Cementerio de Saudade

Franca (São Paulo – SP)

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El Cementerio de Saudade, fundado en 1855, en la ciudad de Franca, fue el primer a ser construido tras la prohibición de enterramientos en las iglesias en esa ciudad. En esta época, la población se preocupaba de construir un cementerio que debía estar lejos del lugar de poblamiento. Con la expansión de la ciudad, el referido cementerio se encuentra, actualmente, ubicado bien en el centro de la ciudad, con dificultades de acceso debido al embotellamiento que ocurre en las calles estrechas que ocupan su entorno. A mediados del siglo XVIII, los enterramientos en esa región se hacían a las márgenes de las carreteras, donde cruces indicaban el lugar del entierro de las personas. Ya a principios del siglo XIX, pasaron a ser realizados en cementerios de haciendas, como los cementerios de Laje y de Posse o en las iglesias del “Arraial do Capim Mimoso”, hoy ciudad de Franca.

Cronología:

Siglo XVIII – El Arraial do Capim Mimoso nació de la fijación de un núcleo poblacional de origen minero en territorio paulista.
1805 – Los enterramientos se realizaban en el cementerio de la iglesia, que estaba junto a la primitiva “Casa de la Oración”, que fue posteriormente transformada en iglesia de Nossa Senhora do Rosário.
1812 – Después de la conclusión parcial de la Primera Matriz de Nossa Senhora da Conceição, los sepulcros pasaron a ser hechos en su interior, conforme la costumbre de la época.
1821 – Creación de la Vila Franca Del Rey por D. João VI, vinculada a la ciudad de Mogi-Mirim.
1824 – La Vila Franca Del Rey se convierte en Vila Franca do Imperador, un homenaje a D. Pedro II.
1829 – En abril, obedeciendo a las determinaciones del Emperador D. Pedro I, de octubre de 1828, las autoridades escogen un área para la construcción del Cementerio da Saudade. “[…] o Cemitério adiante do logar da futura Igreja de San Francisco, compre herdendo o mesmo trezentos palmos de longitude, e cento e cincoenta de latitude, vista a capacidade do Terreno, por ser arejado, livre de humildades […]” (ATA DA C MARA, 1829. MHM JOSÉ CHIACHIRI).
1855 – El 9 de diciembre es viabilizada la construcción del cementerio por el vicario de Franca, padre Joaquim Ferreira Teles.
1855 – Primer enterramiento, el 11 de diciembre.
1869 – Una comisión de concejales estudia la ampliación del área destinada al cementerio.
1884 – En junio, por determinación del Gobernador Provincial, el cementerio pasó de la administración parroquial para la administración directa de la municipalidad.
Siglo XIX – Concluida la Capela de São Miguel, el Cruzeiro y el Portal, por Belarmino Lopes Valadão.
Siglo XX – Instalación de las primeras marmolerías en la ciudad de Franca: de Natale Frateschi e hijos y de José Visibelli e hijos.
1960 – El Cementerio da Saudade está totalmente integrado al paisaje urbano de la ciudad de Franca.
Siglo XXI – El Cementerio da Saudade se encuentra totalmente lleno. Queda la misión de mantener y administrar las ovejas ya existentes. Guarda la memoria histórica de los francanos.

El Cementerio da Saudade fue construido en el Jardín Consolación, cerca del Asilo São Francisco, en la calle Frederico Ozanan, frente a la Plaza Carlos Pacheco, que fue creada por el alcalde Onofre Gosuen a finales de la década de 1950. El referido barrio ocupa un área de 330.859 m²_, limitado entre las calles Poraná, Antonio Barbosa Filho y Avenida Ismael Alonso y Alonso, rodeado por residencias, fábricas, establecimientos comerciales y de prestación de servicios. Considerando esa mentalidad urbana moderna, el cementerio agrupa la memoria de la sociedad francana, imbuida de afectividad, de historias vividas y aprehendidas.

Entre los personajes importantes de la ciudad de Franca sepultados en el Cementerio da Saudade están: Higino de Oliveira Caleiro, importante comerciante que también ejerció, en 1937, el cargo de concejal y alcalde; Bonaventura Cariolato, pintor italiano que migró a Brasil durante la Primera Guerra Mundial y retrató varios paisajes de la región; Antonio Pereira Lima, vinculado a la política, fue líder de la extinta UDN y uno de los fundadores de la Liga Nacionalista y de la extinta Guardia Civil, además de uno de los líderes de la Revolución Constitucionalista de 1932; José Luiz dos Santos Pereira, periodista, fundó y dirigió la Tribuna de Franca; Barón de Franca, primer productor de café de la región, fue concejal y presidente de la Cámara Municipal, fallecido en 1891; Júlio Cardoso, abogado y periodista, fue responsable por la creación de la Escuela Industrial como resultado de su compromiso con la enseñanza y con la educación de la ciudad, fallecido en 1920; Helio Palermo, alcalde de Franca, hizo proyectos de capacitación de aguas, ejecutó proyectos urbanísticos como la ampliación de calles y reforma de plazas, fallecido en 1990; Maria Conceição de Barros, cuya tumba contiene placas de agradecimiento por gracias recibidas, asesinada, según relatos, por el padre del novio en función de un embarazo.

El Cementerio da Saudade sigue el modelo de planta estándar compuesta por cuadras alineadas unas tras las otras dentro de un espacio rectangular, cuya entrada está orientada hacia la Plaza Sabino Loureiro. Una de las características particulares de este cementerio fue reservar las primeras cuadras, a la izquierda, sólo para tumbas de niños. Es esencial penetrar en el espacio físico y en el alma del cementerio que dio un valor especial para los niños fallecidos a principios del siglo XX, en Franca.

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ÁNGEL GENUFLEXO ORANDO, década de 1890. Se trata de una variación de la alegoría de la desolación, que se proliferó en cementerios brasileños. La estatua clásica del Ángel Niño despido personifica el ser espiritual, ejerciendo oficio de mensajero entre Dios y los hombres. La planificación hace las veces de los pañales de antiguamente.

TEMÁTICA CRISTIANA, década de 1900. Se avista un bajo relevo, dotado de una descripción detallista. El ángel de la desolación se curva delante del árbol partido, del rompimiento de la vida de André Martins Filho. Se destaca, en la parte de arriba, el símbolo de la eucaristía ladeado por piras.

NIÑO YACIENTE, década de 1980. El sentimiento moderno de la infancia empezó a valorar el mundo distinto de los niños. Las tumbas de porte medio infantiles se transforman en ejemplo de belleza, como en este modelo, que presenta el niño durmiendo. Vestida con una camisola, ella permite avistar cierto aire sensual, al mostrar uno de sus hombros. Se observa el requinte de la alfombra en la parte de arriba de la urna funeraria.

ÁNGEL NIÑO, década de 1900. La marmolería Frateschi ornamenta el túmulo con bloque de escultura en mármol de Carrara, que representa el Ángel Niño orando al lado de la cruz y sobre el pergamino, que registra el gran sentimiento de pérdida: Saudade de (Echamos de menos a) Francisca Constância Junqueira, fallecida en 1906.

SEPULCRO-CAPILLA NEOGÓTICO. En el sepulcro-capilla, las familias más abastadas solían construir recintos privativos para sus entes muertos, para hacer sus oraciones sin que fuesen incomodados. Esta arquitectura ostenta elementos neogóticos, arcos ojivales, pináculos e imágenes de ángeles y santos. La marmolista Frateschi utilizó mármol gris y blanco, que contrasta y refuerza el acabamiento esmerado.

SIMPLICIDAD NEOCLÁSICA, década de 1900. Los primeros túmulos son aparentemente simples, todavía adoptan decoraciones en bajo relevo, de gran apuro artesanal. Se destaca la importancia del epitafio, que celebra la memoria de Dr. José Luiz dos Santos Pereira, médico, periodista y político, fallecido en 1904.

EL NIÑO, década de 1900. El pilar ostenta la estatua infantil de mármol de Carrara, modelo típico de una producción de masa. El niño, como guardián del túmulo, se presenta en estado de meditación, con expresión triste y serena. Apoyada en una columna, ella distribuye flores al muerto en señal de ternura.

SAN JORGE, década de 1960. Esta escultura en bronce simboliza San Jorge venciendo al dragón, el bien venciendo el mal, una lucha constante de los vivos hasta el momento de la muerte. Fijarse en la altivez del santo guerrero, encomendado en la marmolería Brasil – Irmãos Coppedê Ltda., Ribeirão Preto.

SEPULCRO-CAPILLA, década de 1910. La tendencia de la época era llevar a la iglesia para el cementerio, una de las maneras de evidenciar el status quo de las familias tradicionales de la ciudad. La familia del Coronel Jacintho da Silva optó por una arquitectura decorada con festones, piras, retratos y pilastras. En la parte de arriba, Cristo adulto contempla el poder sacro del local.

ALEGORÍA DE LA AÑORANZA, década de 1920. El túmulo conservó el grupo de esculturas de mármol de Carrara, compuesto por el Ángel Joven, que se presenta calmo y melancólico en su belleza clásica, delante de la cruz latina. Se observa el valor artesanal de las coronas de flores y de las doblas insinuantes de la ropa.

A LOS SOLDADOS CONSTITUCIONALISTAS DE 1932. Se trata de un monumento funerario colectivo que guarda los restos mortales de los soldados francanos que fallecieron en 1932. La marmolería de los hermanos Minervino adoptó formas geométricas estilizadas advenidas del estilo art déco, para homenajear el mérito de esos héroes revolucionarios.

LA LLORONA, década de 1920. Una mujer arrodillada sobre el túmulo interpreta, en llanto, el lamento y el dolor de la pérdida de Dr. João Antunes de Araújo Pinheiro, una de las importantes personas de la sociedad francana, a principios del siglo XX. La corona de flores, indicativa de una alegoría divina, representa la victoria del alma humana sobre el pecado y la muerte. Construida por Attílio Glerice, São Paulo.

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CHIACHIRI FILHO, José. Do sertão à Vila Franca do Imperador. Franca, 1973. 3. Tese de doutorado.
JURKEVICS, Vera Irene. A dimensão da morte burguesa nos séculos XIX e XX. O Cemitério de Franca. [Monografia]. Franca: UNESP, 1994
MANSO, Patrícia Mara Estrela. Cemitério da Saudade de Franca. [Monografia]. Franca: UNESP, 1994

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Créditos:

Coordinación y pesquisa: M. Elizia Borges.
Creación del sitio: Catu Design, 2008.
Manutención del sitio y pesquisadora: Adriana M. Gianvechio Carvalho – CNPq.
Fotografía: M. Elizia Borges, 1996.
Añadido en 2006.

Contactos:

maelizia@terra.com.br
Cementerio da Saudade, Calle Simão Caleiro, 1450. Franca-SP.
Teléfono: (016) 3723-9103