Cementerio São João Batista

Rio de Janeiro (Rio de Janeiro – RJ)

Historia Localización Personalidades Peculiaridades Galería Fuente de pesquisa Contacto y créditos

En enero de 1502, navegadores portugueses avistaron la Baía de Guanabara. Ellos creían que se trataba de la hoz de un gran río, dándole el nombre de Rio de Janeiro, origen del nombre de la ciudad. El municipio en si fue fundado en 1565, por Estácio de Sá, con el nombre de São João Batista do Rio de Janeiro, en homenaje al entonces Rey de Portugal, D. Sebastião. El objetivo de la fundación fue dar inicio a la expulsión de los franceses, que ya estaban instalados en el área hacía 10 años. Correia de Sá fue el primer gobernador de Rio de Janeiro. En 1763, la ciudad se tornó la capital de Brasil, título que mantuvo hasta 1960, cuando fue inaugurada Brasília, la actual capital del país. En virtud de las guerras napoleónicas, la familia real portuguesa se transfirió, en 1808, para Rio de Janeiro, donde, en 1815, el Príncipe Regente D. João VI fue coronado Rey de Reino Unido de Brasil, Portugal y Algarve, un hecho histórico que fue de mucha importancia para os rumos da Nación Brasileña. La economía de la ciudad fue impulsada desde el siglo XVII, por los ciclos de la caña de azúcar, del oro y del café.

Hoy, el estado de Rio de Janeiro es el según polo industrial de Brasil, está entre los primeros en el ramo turístico, además de ser uno de los principales centros culturales del país. Ubicada en medio a un paisaje privilegiado por la naturaleza, entre el mar y las montañas, la ciudad de Rio de Janeiro es una de las más bellas del mundo y por eso fue nombrada de “Ciudad Maravillosa”. El Cementerio São João Batista fue fundado en 16 de octubre de 1851 y funcionó provisoriamente en terrenos del Hospicio D. Pedro II, debido a discordancias entre el proveedor de la Santa Casa de Misericórdia y el Ministerio de los Negocios do Imperio cuanto al local más adecuado para su instalación. El cementerio fue inaugurado oficialmente en 4 de septiembre de 1852 y su sepultura más antigua es de 1858, pese a que los osarios abriguen despojos de años anteriores. La Santa Casa de Misericórdia de Rio de Janeiro administra el Cementerio São João Batista y otros cementerios en el estado de Rio de Janeiro, entre ellos el Cementerio São Francisco, conocido como Caju (anacardo, en español). El Cementerio São João Batista pasó por varias ampliaciones a lo largo de los años: en 1859, luego después de su instalación, en 1873, en 1903 y en 1939. Es una necrópolis súper llena desde las últimas seis décadas. Pese a su aspecto, el cementerio cuenta con una gran riqueza estética de túmulos y esculturas. Un lugar de importante visitación turística, propicio a innúmeras pesquisas en el área de ciencias humanas y artes.

Cronología:

1502 – Navegadores portugueses avistan a la Baía de Guanabara y creen que ella sea la hoz de un río.
1565 – Creación del municipio de Rio de Janeiro por Estácio de Sá.
1763 – La ciudad se transforma en la sede del gobierno general de Brasil, sustituyendo Salvador.
1772-1830 – Funciona el Cementerio dos Pretos Novos en el Valongo que iba de la Prainha a Gamboa. Ese era el local de entierro de los esclavos africanos recién-llegados de África.
1808 – Llegada de la familia real portuguesa al Rio de Janeiro.
1810 – Instalación del Cementerio dos Ingleses, en Gamboa.
1815 – Coronado el Rey de Reino Unido de Brasil el Príncipe Regente D. João VI.
1839 – Fundación del primer cementerio público extramuros, el Campo Santo da Misericórdia, donde se sepultan las víctimas de cólera.
1849 – Instalación del primer cementerio particular extramuros de la ciudad, el Cementerio da Venerável Ordem Terceira dos Mínimos de São Francisco de Paula, conocido como Cementerio do Catumbi.
1851 – Fundación del Cementerio de São Francisco Xavier, conocido como Cementerio do Caju (anacardo, en español). También es creada la Junta Central de Higiene Pública, responsable, entre otras cosas, por fiscalizar los cementerios.
1852 – Inauguración oficial del Cementerio São João Batista (decreto imperial nº 842, de 16 de octubre de 1851).
1857 – Compra de terreno para la ampliación del Cementerio São João Batista.
1866 – Instalación de la Casa da Moeda.
1873 – Añadidos más terrenos para la ampliación del Cementerio São João Batista.
1903 – Nueva ampliación del Cementerio São João Batista.
1922-1926 – Alaor Prata (alcalde) amplió el Túnel Velho, ligando Copacabana a Botafogo, al lado del Cementerio São João Batista.
1939 – Última ampliación del Cementerio São João Batista.
1953 – La Santa Casa pasó a administrar 13 cementerios de la Municipalidad.

El Cementerio São João Batista está ubicado en la Calle General Polidoro, con límite leste en la Calle Dona Mariana, en el barrio Botafogo, zona sur. Hay, en este cementerio, aproximadamente 40.000 sepulcros, distribuidos por un área de 38.000 metros cuadrados. Tuvo su ocupación iniciada por los fundos del terreno. Los túmulos y esculturas más representativos del local están en el eje central y en más dos manzanas para la derecha y dos para la izquierda. El cementerio fue construido por la Santa Casa de Misericordia dos décadas después de la Santa Casa construir una necrópolis mucho más grande, el São Francisco Xavier, conocido como Cementerio do Caju (anacardo, en español). Dentro de la apariencia católica de la superpoblación de los sepulcros del Cementerio São João Batista, se pueden visualizar locales distintos, destinados a sepulturas del siglo XIX y del siglo XX.

Allí están enterradas personalidades comprometidas con la historia de Brasil desde 1850 hasta los días actuales. Entre personas comunes están nombres célebres como los cantores Carmem Miranda, Cazuza, Vicente Celestino y Clara Nunes; los políticos Luis Carlos Prestes, Floriano Peixoto (presidente), Afonso Pena (presidente), Nilo Peçanha (presidente), Carlos Lacerda (gobernador); varias figuras históricas; nobles de la época del imperio y burgueses republicanos; los “inmortales” de la Academia Brasileña de Letras (ABL). Entre esos inmortales, destacamos: Tom Jobim; mausoleo da ABL; Janete Clair; Orville Derby (geólogo); Cláudio de Souza (actor); Rodolfo Bernadelli (escultor); Didi (jugador de fútbol); Familia Guinle; Familia Costa e Silva; Oswaldo Aranha; Paulo de Frontin; Visconde de Moraes; Machado de Assis; Guimarães Rosa; José de Alencar y Nelson Rodrigues.

La portada del cementerio se destaca por ser trabajada en bloques de bello granito fluminense tipo “ojo de tortuga” o “granito de rama”, encimado por la tarja emblemática de la Santa Casa de Misercórdia. Otro elemento constructivo de caracterización de la época es la grade de hierro monumental, producido en las fundiciones fluminenses. En el Cementerio São João Batista hay elevado número de sepulcros capilla de familias burguesas, inspirados en los estilos híbridos del inicio del siglo XX, construidos por marmolistas portugueses, italianos y brasileños. Hay, también, innúmeras obras de artistas que se dedicaron a hacer esculturas funerarias. Citamos el caso de Rodolpho Bernadelli, Octávio Corrêa Lima, Heitor Usai, Celita Vaccani y Humberto Cozzo. Se destacan, además, obras de los escultores franceses Jean Magrou y Colin George, de los escultores italianos J. Guazzini, B. P. Giusti, Luca Arrighini y A. Canessa. Allí, el historiador de arte puede estudiar sepulturas inspiradas en los estilos neoclásico, neogótico, art déco, art nouveau, eclético y moderno, dotadas de una tipología variadísima de signos antropomorfos, zoomorfos, fitomorfos y de distinción social. Diríamos que ese cementerio no es el más noble y tampoco el más artístico de la ciudad de Rio de Janeiro, todavía, es el más representativo del periodo de la Primera República, que es cuando el eje elegante de la Zona Norte se transfiere para la Zona Sur.

SEPULCRO ART DÉCO, siglo XX, bronce y granito. Presenta una arquitectura imponente, que concilia formas curvas, líneas geométricas y arrojadas. Se trata de un homenaje especial al Dr. Ernesto, realizado por la escultora Celita Vaccani. El pueblo agradece su dedicación a la escuela y al hospital, de acuerdo con la narrativa realista compuesta por niños, enfermos, hombres y mujeres. Se destaca la escultura de cuerpo entero del fallecido.

SEPULCRO CAPILLA NEOCLÁSICO, siglo XX, mármol de Carrara. La capilla, de estructura simple, ostenta muchos adornos florales, columnas y floreros. Se destaca el busto del militar Floriano Peixoto (✝1895), que fuera Presidente de Brasil en el periodo de la Primera República.

DISCRETO DIBUJO VITORIANO, siglo XX, mármol de Carrara. La cabecera del sepulcro ostenta un ángel mujer. La posición del cuerpo, las ropas y la artesanía de las alas se destaca y se distingue de las obras producidas en serie. Obra de J. Guazzini A., Firenze. Fijarse en el escudo noble del Conde y de la Condesa Pellow Wilson y para sus bustos que ladean el sepulcro. Ella se presenta dentro del estilo de la época: vestido de renta escotado y pelo corto.

SEPULCRO CAPILLA MONUMENTAL, siglo XX, granito y bronce. Se abultan las extremidades de la capilla, que contiene una narrativa de figuras clásicas desnudas y semidesnudas, que se dedican, entre otras cosas, a la justicia. Una manera de homenajear Ruy Barbosa. Alto relevo hundido en la Casa de la Moneda, en 1925.

PANTEÓN DE LOS AVIADORES MILITARES, siglo XX, granito bruto rosa y bronce. Obra de la escultora Celita Vaccani (1957 a 1959). En estilo art déco, la fachada de forma trapezoidal remite a las civilizaciones antiguas y la configuración de un vuelo. Observar los relevos estilizados “vuelo de Ícaro”, acompañado por cinco pájaros, “La conquista del espacio por el hombre”, un cohete supersónico que se dirige al crucero del sur. Todos están envueltos por espirales que representan el cosmos y el universo (Hofcke, 2007).

EL ÍCARO, siglo XX, bloco de granito y bronce. Probablemente el cenotafio más visitado del Cementerio São João Batista. Se trata de un homenaje especial al padre de la aviación, Santos Dumont. La figura alegórica de Ícaro parece partir de la parte de arriba de la roca. El busto es de autoría de escultor francés Colin George.

LA BELLEZA DEL DOLOR, siglo XX, bronce. La familia de Júlia Pasqual Lopes Machado (✝1913) contrató el estatuario Jean Magrou, de Paris (1914), para expresar todo su desespero delante de su partida. Se destaca, entonces, una bella mujer, prostrada en el sepulcro con ropas de gran valor artístico, que estaba de acuerdo con las formas sinuosas del estilo art nouvéau.

EL ESCRITOR, siglo XX, mármol de Carrara y bronce. Cupo al escultor Rodolpho Bernadelli hacer el proyecto y las esculturas en el sepulcro del escrito consagrado José de Alencar (✝1877). Recorrió a una gran cruz, que separa un grueso libro abierto al medio. El libro/epitafio contiene el busto de los fallecidos. Ellos están ladeados por mujeres enormes, que lloran mucho, con los cuerpos enteramente cubiertos, representando, así, la protección a los fallecidos.

UNA HISTORIA DE VIDA, siglo XX, mármol y granito de Carrara. La tumba-capilla contiene referencias a la arquitectura neoclásica: frontón triangular, arco romano y columnas con capiteles ornamentados. Lo más destacado se debe al grupo escultórico realista de Luca Arrighini (Pietrasanta, Italia). Clarisse Indio do Brasil, belleza inigualable, se viste acorde a su condición social de burguesa y aparece rodeada de una familia de mendigos. Se sabe que dio limosna a mendigos y murió asesinada por uno de ellos. Preste atención a los gestos y disfraces de Clarisse que se refieren a una figura sagrada.

HOMENAJE ESPECIAL, siglo XX, bronce y granito. En la cabecera del sepulcro de la profesora Dot Giulio Canella (✝1941), un niño de rodillas deposita flores de una forma cariñosa y contemplativa. Fijase en las ropas y en el pelo del niño, representada dentro del modelo de escultura realista. El epitafio está escrito en latín, acompañado por el escudo de la familia.

CABEZA DE CRISTO, siglo XX, calcáreo. La Santa Casa de Misericórdia, administradora del Cementerio, reservó un osario para sus operarios. En la parte de arriba está el Sagrado Corazón de Jesús y ángeles que ladean la Cabeza de Cristo Muerto, de gran valor expresivo.

ÁNGEL PROTECTOR, siglo XX, mármol de Carrara. El destaque del monumento es el ángel, firmado por Achille Canessa, de Génova. Se trata de una versión similar de la obra del escultor Giulio de Monteverde, encontrada en el Cementerio de Staglieno, en Génova. Las innúmeras reproducciones ocurridas con esta pieza se deben a la belleza clásica de la chica, con modelaje perfecta de los brazos, del cuerpo y de la cabeza. Ella presenta una expresión dulce y profunda delante de la decisión del juicio final, aquí representado por la trompeta, que carga al lado izquierdo.

SEPULCRO ART NOUVÉAU, Siglo XX, mármol de Carrara. El gran ángel se debruza sobre el sepulcro de Mercedes, cubierto por rosas. Estamos delante del éxtasi del dolor de la pérdida, que viene acompañado de gran erotismo frente a la posición del cuerpo y de las ropas del ángel, obra de Octávio Corrêa Lima.

EL ALMIRANTE NAVAL, siglo XX, mármol de Carrara. En el cementerio São João Batista se encuentran algunos sepulcros de profesionales de la marina brasileña. Ellos normalmente son ornados con emblemas que dicen respecto a la profesión. En este ejemplo, del Vicealmirante Cândido F. da C. Barreto (✝1909), se ve las representaciones de la torre del comando de la embarcación, de la pala, de la luneta y de la rueda del timón. Esta torre sirve de moldura para la foto del fallecido, vestido con la ropa de la marina.

FIGURA ESTILIZADA, siglo XX, calcáreo y bronce. Un mono bloco picoteado, de forma rústica, sugiere la estilización primitiva de una figura de tamaño natural. Al lado derecho, en la altura del pecho, está clavado un medallón donde hay el retrato del geólogo Orville Adalbert Derly. Una de las obras más arrojadas del escultor Rodolpho Bernadelli.

SEPULCRO CAPILLA MODERNO, siglo XX, granito y bronce. La verticalidad y el juego de planos del monumento de líneas rectas refuerzan el homenaje a los muertos de la División Naval, Operaciones de Guerra. Fijarse en los modelos desnudos clásicos que ladean la capilla.

MÁRTIR SAN ESTEBAN, siglo XX, bronce y granito. Sepulcro del escultor Rodolpho Bernadelli. Para homenajearlo, su hermano Henrique eligió una réplica de la obra de Rodolpho, San Esteban, modelada por primera vez en Roma (1879). Fijarse en la sensualidad y en la expresión de éxtasi del joven desnudo delante de la agonía de la muerte.

SEPULCRO CAPILLA NEO BIZANTINO, siglo XX, mármol de Carrara y granito. Las familias más abastadas solían construir recintos privativos para sus entes queridos en cementerios al aire libre. Fijarse en la narrativa realista, en alto relevo, que contorna la capilla de la familia Andrade (mármol de Carrara). Son hombres, mujeres y niños protegiendo el enfermo sentado en un banco. Ángeles adultos clásicos protegen la fachada de la capilla. Firma: C. Pima, 1923.

OFRENDA DE LAS FLORES, siglo XX, mármol de Carrara. El sepulcro simple contiene la escultura de una mujer dentro de un matorral de flores. Las formas sinuosas que misturan flores y la ropa de la señora crean una plástica simple y delicada, de acuerdo con el estilo art nouvéau. Un bello homenaje a Alice Bicca Barcelos (✝1916).

BORGES, Maria Elizia. Arte funerária no Brasil (1880-1930). Oficio de Marmoristas Italianos em Ribeirão Preto. Belo Horizonte: C/ Arte, 2002.
HÖFKE, Tathyane Ferreira. As motivações temáticas de Celita Vaccani nos mausoléus dos aviadores militares no Cemitério São João Batista: “glória” e “dever” na iconografia do herói. Rio de Janeiro: Programa de Pós-Graduação em Artes Visuais. Escola de Belas Artes / UFRJ, 2007. (Dissertação de Mestrado).
LIMA, Tania Andrade. Dos morcegos e caveiras a cruzes e livros: a representação da morte nos cemitérios cariocas do século XIX. In:
ANAIS DO MUSEU PAULISTA – v.1 (1922), v.35 (1987) – São Paulo: O Museu, 1922-1987; N. Ser. 1993.
PIMENTA, Letícia. História e arte a céu aberto. In: Veja Rio. Rio de Janeiro: Ed. Abril, 5 de novembro de 2008.
VACCANI, Celita. Rodolpho Bernadelli, vida artística e características de sua obra escultórica. (Tese) – Escola Nacional de Belas Artes – Universidade do Brasil, Rio de Janeiro, 1949.
VALLADARES, Clarival do Prado. Arte e Sociedade nos Cemitérios Brasileiros. Rio de Janeiro, Conselho Federal de Cultura – Departamento de Imprensa Nacional. 1972. 2v
ZARUR, Dahas. Santa Casa de Misericórdia do Rio de Janeiro “concessionária” Cemitérios. Rio de Janeiro: Binus, 4ª edição, 2001.

Sites:

//www.rio.rj.gov.br/arquivo/historico.htm / (Acessado em março de 2009).

Créditos:

Coordinación y Pesquisa: Maria Elizia Borges.
Creación del sitio: Catu Design, 2008.
Manutención del sitio y pesquisadora: Ana Maria Linhares de Almeida – estudiante CNPq.
Fotografía: Maria Elizia Borges y Tathyane Ferreira Höfcke, 2008.

Contacto:

maelizia@terra.com.br
Para hacer un paseo en el Cementerio São João Batista, buscar al Profesor Milton Teixeira.
Informaciones en el teléfono: (21) 2527-9129 (Fuente: Globo online).