Cementerio São Miguel

Pirenópolis (Goiás – GO)

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La formación de Meia Ponte, actual ciudad de Pirenópolis, tuvo un proceso similar a a las demás ciudades goianas: las llamadas banderas que entraron en búsqueda de las minas de oro. En relación a la fecha de fundación, hay una pequeña divergencia entre los historiadores locales: para Jarbas Jayme, fue en 1727; para Paulo Bertran, en 1730. Cupo a Manuel Rodrigues Tomar registrar las minas de la región, encontradas por Urbano do Couto Menezes, integrantes de la bandera de Bartolomeu Bueno, el “Anhanguera”. Meia Ponte sirvió como base para la ocupación del norte goiano, con una formación urbana originaria del flujo de paulistas, baianos y de portugueses que vinieron del estado de Minas Gerais (BERTRAN, 1978).

Cronología:

1856 – La Cámara Municipal toma providencia para construir un cementerio en la ciudad. Los hacenderos de la región contribuyeron financieramente para el emprendimiento.
1863 – La Cámara Municipal publica edicto referente a la anualidad destinada a la construcción del cementerio. “La Cámara Municipal de esta ciudad hace saber a todos los agricultores y hacenderos de su municipio que están obligados al pagamiento de mil reis anualmente, desde el año de 1856 en delante, cuyo producto debe ser aplicado para la factura del cementerio. Además, queda fijado el plazo de 60 días contados de la publicación de este para todos los comprendidos en este edicto, bajo sanción judicial de obligar los individuos al pagamento cuando voluntariamente no quieran pagar. En Meia Ponte, a los 7 días de julio de 1863. El Presidente de Cámara, Inácio Pereira Leal. El secretario Theodoro Graciano de Pina.” (JAYME, 2002, p. 109, traducción libre).
1866 – Augusto Ferreira Ranca, presidente de la provincia, nombra una comisión responsable por la construcción del cementerio, presidida por el Dr. Jeronymo José de Campos Curado Fleury.
1867 a 1869 – Periodo de construcción del Cementerio São Miguel.
1869 – Inauguración del Cementerio de São Miguel, en 20 de marzo. Área de 3.534 m2, 57 m de frente y 62 de fundo.
1869 – Primer entierro, de Jesuina do Rosário, en el día 23 de marzo. La Iglesia Matriz de Nuestra Señora del Rosario se torna responsable por los entierros de los muertos en el cementerio, por intermedio de la hermandad del Santísimo Sacramento.
1964 – En la administración del alcalde Emanuel Jaime Lopes, el cementerio tuvo una ampliación, siendo esta su primera reforma.
1997 y 2000 – El cementerio pasó por un proceso de reformas y limpieza.
2002 – Publicación del libro Casas de Pirenópolis: casas de Deus, casas dos mortos e casas dos homens, de Jarbas Jayme y José Jaime, que contiene una vasta documentación sobre el Cementerio de São Miguel.
2004 – El cementerio ocupa, actualmente, un área de 6.431,40 m2, con 105,89 m de frente y 62,65 m de fundo.

Por el proyecto de arquitectura se puede observar la peculiaridad de ese cementerio, que se expandió sólo para el lado izquierdo, presentando solamente el sistema de calles paralelas que cruzan una única vez con la calle principal, que lleva a la Capilla de São Miguel.

Los varios monumentos allí instalados reflejan no sólo un pasado de memorias familiares pirenopolinas, como también el deseo de registrar las mentalidades y los símbolos cristianos y profanos de toda una época.

El Cementerio de São Miguel posee una portería y una capilla. Construidas de adobe, en estilo colonial, cubierta con tejado colonial y madera de aroeira, pau d’arco y peroba. A lo largo del tiempo, fueron construidos, en su interior, sepulcros capillas, túmulos de granito ornados con santos, ángeles y cruces, algunos limitados con grades de hierro fundido, otros revestidos de ladrillos y piedras de la región, como la “pedra-de-pirenópolis”. Aún restan túmulos de mármol rosado y gris, grabados por los antiguos “rayadores de piedra”. Las palmeras imperiales decoran la entrada del cementerio y, en su interior, hay anacardos (Anacardium occidentales), palmeras (Attalea dubia) y arbustos ornamentales, plantados allí y más allá, de dónde se puede avistar parte de la Serra dos Pireneus. Alrededor de ese local en que se encuentra el cementerio se asocian aspectos típicos que retratan un aglomerado urbano contemporáneo: casas encostadas al muro, un depósito de chatarras de automóviles y terrenos vacíos.

SIMPLICIDAD ARTÍSTICA, década de 1960. La cruz latina, de mármol blanco, contrasta con la cabecera, de granito negro, en formato geométrico. Se resalta la importancia del epitafio que celebra la memoria del artista Joaquim Pompeu de Pina: “El recuerdo de tu honradez, coraje y bondad se queda grabado en nosotros como los entalles dejados en la madera por tu mano de artista” (traducción libre).

ARTESANAL PURO, década de 1950, Marmoraria Artisonante D. Assumpção, Anápolis. En la cabecera del túmulo, el nicho ostenta símbolos cristianos grabados por “rayadores de piedra” en la superficie del mármol rosado de Sete Lagoas. Se observa el gran apuro artesanal y la delicadeza expresa en los ornatos arquitectónicos, en la cabeza del querubín y en la guirnalda de flores.

SEPULTURA MODERNA, Marmoraria Maia, São Paulo. Existe, en el túmulo, un juego sutil de planes horizontales, oblicuos y verticales, que lo caracteriza según los parámetros de la arquitectura moderna. La familia de Joaquim Propício de Pina demuestra gran devoción al Sagrado Corazón de Jesús y al Sagrado Corazón de la Virgen María, imágenes en bronce, de forma idealizada, siguiendo los supuestos del arte neoclásico.

SÍMBOLO CRISTIANO, década de 1950. Este dibujo estilizado, formado por el juego de contrastes entre el claro y el oscuro, fue realizado por los “rayadores de piedra”, especialistas en grabar símbolos cristianos, como se observa en la representación del Divino Espíritu Santo (paloma), del Frescor del Paraíso (rama de rosas) y de la Crucifixión (cruz).

SEPULTURA CAPILLA, década de 1970. Pocas familias pirenopolinas se proponen a construir un recinto privativo para sus muertos en un cementerio público. Esta sepultura capilla esta revestida, parcialmente, con material típico de la región, la piedra de pirenópolis, y, en el coronamiento, fueron adoptadas ornamentaciones en el estilo art déco.

APRECIO A LA TRADICIÓN, década de 1950. Arriba, la cruz con la Corona de Flores en hierro fundido propicia elegancia al túmulo de mármol con campana simples. Allí están guardados los restos mortales de una familia tradicional de Pirenópolis: Coronel Luiz Augusto Curado y su hijo, Joaquim Valle Curado.

DESCANSO ETERNO, década de 1990. En tiempos remotos, la muerte se tornó sinónimo de descanso y se solía representar al muerto en la posición yacente. Se puede entender la concepción de este túmulo como una interpretación moderna de ese pensamiento, pues él es una cama revestida de material utilitario o ladrillo blanco. Un caso singular en cementerios brasileños.

SEPULTURA INFORMATIVA, década de 1980. El texto del Apocalipsis está aquí representado, de modo realista la estatua de Cristo Buen Pastor batiendo en la puerta. Se destaca el epitafio que enaltece y celebra aspectos biográficos del Dr. Sebastião Pompéo de Pina Jr., “ciudadano ilustre” de Pirenópolis.

DECORACIÓN ANTIGUA. Se trata de un modelo de túmulo simples y singular, construido sobre campanas escalonadas revestidas en piedra de pirenópolis, que dan apoyo a un pequeño oratorio. La Corona de Flores, hecha de hoja de flanders, confiere el valor simbólico de esa decoración genuina.

JAYME, Jarbas; JAIME, José Sisenando. Casas de Pirenópolis: casas de Deus, casas dos mortos, casas dos homens . Goiânia: Universidade Católica de Goiás, 2002. 2 v.
OLIVEIRA, Adriana Mara Vaz de. Uma ponte para o mundo goiano do século XIX: um estudo da casa meia-pontense . Goiânia: AGEPEL, 2001.

Créditos:

Coordinación y pesquisa: Maria Elizia Borges
Creación de la página: Catu Design, 2008.
Manutención de la página y pesquisadora: Marissol Santana – CNPq
Fotografía: Maria Elizia Borges, Marissol Martins de Santana y Sabrina del Bianco
Proyecto arquitectónico: Sávio Martins de Santana
Imágenes hechas del local en los años de 2001 y 2003
Añadido en 2004

Contactos:

maelizia@terra.com.br
Cementerio de São Miguel. Travessa Ipiranga, Pirenópolis-GO.
Horario de funcionamiento: de las 7h30 a las 18h
Funcionario: João Correa de Melo Filho